A mediados del siglo XX, en la campiña inglesa, una familia de alta sociedad -aunque con más historia y nombre que dinero-, acoge como criada en su casa a una joven madre soltera que ha sido recomendada por una institución local que se encarga de atender y preparar a muchachas en su situación para que puedan trabajar al servicio de familias acomodadas.
La joven madre y su hijo llegan a esta casa y, poco a poco, la muchacha empieza a crearse antipatías entre la familia, los amigos de esta y el servicio de la casa.
Una mañana aparece en su cama muerta por estrangulación y todos los que se encontraban en la casa esa noche son sospechosos por uno u otro motivo.
Para resolver este asesinato llega el inspector Adam Dalgliesh, personaje que protagonizará muchas otras novelas de la autora.
Este es el primer libro publicado de esta autora (año 1962) y desde el primer momento se le nota muy influenciada por la obra de Agatha Christie.
El estilo muy similar al estructurar la trama, por la multitud de personajes sospechosos que te hacen dudar y cambiar de candidato constantemente, el final en el que se reúnen todos los sospechosos con el policía para que desvele el resultado de sus investigaciones… hace que, inevitablemente te acuerdes de la Sra. Crhistie pero… nada que ver en realidad: Se queda muy muy atrás, cosa por otra parte muy lógica al ser su primera novela.
He leído otros títulos de PD James y lo cierto es que después ha perfilado notablemente su estilo dotándole de un carácter y unas señas de identidad propios que la identifica y diferencia de otros escritores.
Las comparaciones, además de odiosas, son inevitables y están presentes en mi mente durante toda la lectura y esto hace que no disfrute de la novela demasiado. Me ha resultado aceptable, pero nada más. Supongo que no es de estas historias que aún recuerdas pasados unos meses.
No hay mucho más que decir. Un dos sobre cinco me parece una nota generosa.