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El hallazgo de un cadáver de una joven asesinada no debería ser demasiado extraño, aún para un pequeño pueblo  de menos de mil habitantes como Fjällbacka, pero que debajo de éste aparezcan los restos de otras dos jóvenes asesinadas veinte años atrás ya empieza a ser un poco más enrevesado.

Los asesinatos de las jóvenes fueron achacados entonces a un hombre que fue delatado por su hermano y que terminó ahorcándose, supuestamente por remordimiento o por sentirse acorralado.

Entonces…, si este crimen es igual a los antiguos… ¿Quién lo ha cometido? ¿Un imitador? Y si fuera así ¿De dónde ha sacado los cadáveres de las anteriores víctimas que estaban desaparecidas? ¿Quizá se culpó en su día a un inocente? ¿Por qué lo acusó el hermano?  Y para aderezar el misterio, el padre de estos hermanos, acusado y acusador, en un fanático predicador religioso llevado al extremo, estricto, rígido y violento.

Patrik, policía de Fjällbacka  (a veces parece que el único), está de vacaciones, pero tiene que interrumpirlas bruscamente para encargarse de este crimen tan enrevesado. A su mujer Erica, embarazada y 8 meses y soportando una ola de calor inusual en Suecia, no le hace ninguna gracia verse todo el día sola por que su marido tenga que dedicar tantas horas a su trabajo, máxime cuando estaba de vacaciones. Malhumorada todo el tiempo por culpa de las molestias propias del final del embarazo, el calor insoportable y el aburrimiento más absoluto por no poder hacer nada en todo el día, genera cierta tensión a su alrededor.

En la primera novela de esta saga, Erica tenía un papel muy importante en la investigación del crimen, pero en este libro tiene muy poco protagonismo y se limita a aparecer en las situaciones más cotidianas de la novela. Este detalle no me gustó demasiado pues había pensado que la protagonista principal de esta saga era ella y Patrick el segundo al mando. Pero quien realmente manda es la escritora y ella ha decidido cambiar este reparto de papeles.

Lo que sí me gusta mucho es la manera que tiene de intercalar historias pasadas y presentes, fuertemente relacionadas. Todos los capítulos los inicia con unas breves líneas, a modo de flashback, que nos cuentan la situación de una joven secuestrada, encerrada a oscuras en un sótano y  nos traslada la angustia que siente la víctima.

Además de los dos protagonistas principales, Erica y Patrik, Camilla Läckberg ha creado una serie de personajes secundarios recurrentes de los que nos cuenta sus propias historias entrelazándolas con el argumento principal.

Muy interesante me parece también la minuciosa descripción del paisaje. Cuando nos detalla la zona donde aparecieron los cadáveres, no tuve más remedio que buscarlo en Internet.

El particular estilo de esta autora hace que no pierda un ápice de interés el tema principal: el crimen y su investigación, pero queda suavizado por la historia de amor de la pareja protagonista.

Muy buena novela, interesante trama, personajes bien creados, completos,… Una escritora a tener en cuenta.