El 12 de enero de 2013 se cumplió el 50 aniversario de la muerte de Ramón Gómez de la Serna.
El famoso escritor y periodista español Ramón Javier José Eulogio Gómez de la Serna, de personalidad muy acusada, poseedor de una vastÃsima obra, inventor del estilo literario GreguerÃas, nació en Madrid el 3 de julio de 1888, el mayor de los cinco hijos de Josefa Puig Coronado, sobrina de la escritora Carolina Coronado, y del alto funcionario del Ministerio de Ultramar Javier Gómez de la Serna y Laguna, un abogado de clara ideologÃa polÃtica liberal. Este ministerio era el encargado de la dirección de las colonias españolas, los territorios ultramarinos que conformaban el Imperio Español.
Ramón Gómez de la Serna iniciarÃa su formación académica en el Colegio madrileño del Niño Jesús, pero la pérdida de la última de las colonias españolas en 1898, provoca el despido de padre de Ramón. Opositó como registrador de la propiedad consiguiendo una plaza en pueblo de Palencia. Esto hizo que, en Palencia, Ramón continuara sus estudios como alumno interno del colegio escolapio de San Isidoro.
Más tarde elegirÃan al padre como diputado en cortes por Córdoba, con lo que la familia se trasladó a vivir a Madrid. En Madrid Ramón estudiarÃa Bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros. Tras terminarlo en 1903, viajó a ParÃs donde se instala en una pensión cercana al Sena. Ese mismo año comenzarÃa a estudiar Derecho, por continuar la tradición familiar.
En 1906 falleció su madre. Ramón Gómez de la Serna terminarÃa por licenciarse en Derecho en la Universidad de Oviedo en 1908, profesión que nunca llegarÃa a ejercer.
A pesar de tener ya dos libros publicados a temprana edad, se puede considerar que Ramón empezó su carrera literaria como periodista. En sus inicios periodÃsticos Ramón empieza a rondar los cafés de tertulia de Madrid llevando una vida noctámbula.
Escribió bajo el seudónimo de Tristán en la revista Prometeo, que fundó su padre y que terminó dirigiendo él. Sus artÃculos fueron también publicados en los principales periódicos y revistas. Revolucionario en sus ideas literarias, intentó comunicar una nueva forma de escritura que no fue muy bien recibida, siendo tachado de de iconoclasta, anarquista literario y blasfemo. Ramón alterarÃa este trabajo con sus conferencias en el Ateneo de Madrid, de igual cariz que sus escritos.

La escritora y periodista feminista Carmen de Burgos
Es entonces cuando conoce a la escritora Carmen de Burgos “Colombineâ€, de la que se enamora perdidamente a pesar de ser 20 años mayor que él y ser madre de una hija. A pesar de la evidencia de su buena relación, de su felicidad y de que les unen sus aficiones e intereses comunes, esta relación no es bien vista por su familia y su padre consigue que nombre a Ramón secretario de pensiones en ParÃs.
Esto no enfrÃa su relación y Carmen se traslada a vivir con él en ParÃs en 1909, ciudad a la que regresarÃa en repetidas ocasiones a lo largo de toda su vida. Su estancia en ParÃs con Carmen fue un periodo muy feliz de su vida en la que viajarÃan juntos por toda Europa. Carmen fue la impulsora y el mayor apoyo de sus GregerÃas, que inició en ParÃs y que irÃa escribiendo, poco a poco, a lo largo de toda su vida.
Las greguerÃas son frases humorÃsticas, breves e ingeniosas, que enfrentan pensamiento y la realidad, una mezcla de humor y metáfora. Ramón escogió este nombre por su valor eufónico, su sonoridad agradable, aunque su significado es el de vocerÃo o griterÃo confuso de la gente, voces altas y desentonadas, haciendo alusión a Hablar en griego. La GregerÃa es la ruptura con el convencionalismo literario y el gusto por la parodia.
Cuando finalizó su trabajo en ParÃs, regresaron a Madrid, donde Carmen volverÃa a su trabajo en la Escuela Normal y él siguió escribiendo sus artÃculos periodÃsticos. Madrileño de corazón y orgulloso de serlo, animador indiscutible de la vida literaria madrileña, en 1915 fundó la famosa tertulia sabatina del Café de Pombo, en la calle Carretas, una de las reuniones literarias más frecuentadas y populares de Madrid.

Ramón Gómez de la Serna, en pié, pintado por Solana
Esta tertulia literaria fue muy importante en su vida y en su carrera. Allà se encontraban los más importante escritores de la época y se divulgaron las vanguardias europeas. Solana importalizó en su cuadro La tertulia de Pombo esta actividad, que los propios asistentes denominaron como la «Sagrada cripta del Pombo».
En 1922, fallecerÃa su padre, ya jubilado, por una complicación de diabetes. Ramón era ya un escritor valorado y ampliamente reconocido.
El 13 de marzo de 1923 sus amigos le homenajean con una cena literaria en Lhardy. Este evento tuvo un gran eco en la época, llegando su resonancia a traspasar fronteras.

Ramón Gómez de la Serna en el centro de la imagen, en Lhardy.
Su pasión por Carmen de Burgos habÃa ido disminuyendo, dejando paso a una franca amistad, hasta el punto de que Ramón tuvo algún escarceo amoroso con la hija de ésta en 1929.
En 1931, un nuevo homenaje, esta vez ofrecido por el PEN Club argentino, le lleva hasta Buenos Aires, donde conoce a Luisa Sofovich, Luisita, escritora argentina de padres rusos, madre de un hijo de un matrimonio anterior y con la que regresará a vivir a España. Su amor y su unión durarÃan hasta el momento de su muerte.Al año siguente, en 1932 fallece la que serÃa su primer amor, Carmen de Burgos, de una angina de pecho.
Considerado un intelectual antifascista, cuando estalló en España la Guerra Civil en 1936 y atemorizado por los asesinatos previos al comienzo de la guerra civil en Madrid, el 10 de julio clausura su tertulia en la sagrada cripta de la calle Carretas se autoexilia en Buenos Aires. con su esposa, la escritora Luisa Sofovich. No obstante, terminarÃa por identificarse por el bando franquista.

Ramón y Luisa
Su salud empeora en 1962 y se le detecta un cáncer entre el pÃloro y el duodeno. Ese mismo año gana el Premio Madrid de la Fundación Juan March y el Congreso argentino le concede una pensión vitalicia de 5.000 pesos mensuales.
A comienzos de 1963, el dÃa 12 de enero fallece Ramón en Buenos Aires y la capilla ardiente es instalada en la Institución Cultural Española. El 23 de enero sus restos llegaron a Madrid. Su capilla ardiente se instala en el Patio de Cristales del Ayuntamiento y posteriormente es enterrado en el Panteón de hombres ilustres de la Sacramental de San Justo, en la misma tumba de Mariano José de Larra.
Gómez de la Serna dedicó toda su vida a la literatura. Su afición por escribir se vio potenciada por la admiración por su tÃo Andrés GarcÃa de Barga y Gómez de la Serna que, siendo tan sólo un año mayor que él, tuvo unos precoces inicios literarios.
Ramón fue un escritor fecundo, pionero de un estilo literario original, independiente, estético y provocador, de gran ingenio y brillantez, nos legó una obra literaria extensa que recorre muchos estilos literarios, desde el ensayo, la biografÃa la novela, el teatro y el periodismo, pasando por las GreguerÃas, su famosa creación, sin olvidar sus famosas conferencias que protagonizó por toda la geografÃa española. En el género de las biografÃas podemos encontrar la de grandes personajes pero sin duda destaca la suya, Automoribundia, su obra maestra absoluta, una autobiografÃa en 51 capÃtulos que tuvo un gran éxito en España. En ella el escritor se descubre más interesante que a sus propios personajes y sus interesantes vivencias atraen el interés del lector. Es conocido el inicio de esta obra:
NacÃ, o me nacieron, el dÃa 3 de julio de 1888, a las siete y veinte minutos de la tarde, en Madrid, en la calle de las Rejas, número cinco, piso segundo.â€
Defensor del arte por el arte, crÃtico e innovador, vanguardista, a veces surrealista, escribió más de 100 de libros, casi todos traducidos a varios idiomas.
Fue uno de los tres miembros extranjeros de la Academia Francesa del Humor junto Charles Chaplin y Pitigrilli.