Terminado. Tengo sentimientos enfrentados con este libro. Mi disposición era muy buena antes de comenzar la lectra, por lo que quizá me fijé unas expectativas demasiado altas, que finalmente, el libro no alcanza. ¿Quiere eso decir que el libro esta mal?. No, de ninguna manera. Es entretenido, mantiene la intriga y el suspense, tiene su parte de gore, y un montón de zombies. ¿Que más se podrÃa pedir entonces?. No sé… pero esperaba algo más.
Castillo nos plantea un escenario postapocaliptico, donde basantes habitantes de un pueblo han sobrevivido al estallido zombi, y han conseguido aislarse del exterior, mediante una empalizada, vallas y otras argucias semejantes. Los supervivientes organizan una especia de comité de emergencia, al mando de la situación, para organizar la comida, los suministros y la seguridad.
Tenemos un amplio elenco de personajes (de hecho, demasiado ampli, a mi juicio). Un cura preocupado por su parroquia, un policÃa (o ex-poli) que toma las riendas de la organización, un guarda jurado que le ayuda, un bebe que presiente los zombies y llora cuando los percibe, matrimonios bien avenidos, parejas en crisis, gente que va llegando al pueblo, frikis solitarios y hasta un gordo que atesora latas de sardinas. Gente de muy distinta Ãndole, con sus problemas y preocupaciones particulares, además de los problemas comunes (ya sabéis, «cerebrooooosssssss»).
El argumento principal, aparte de las cotidianidades de cada integrante del grupo, es que las reservas de alimentos se están acabando, y se hace necesario plantear una incursión por los pueblos de los alrededores para buscar comida. Peligroso, pero necesario. Los vecinos celebrarán una barbacoa con los últimos restos de la comida, para afianzar los lazos de unión, y quiza celebrar tranquilamente los últimos momentos de seguridad.
La parte donde a mi juicio flojea, es que realmente no pasa nada. No es más que un cúmulo de siatuaciones diversas sin un nexo claro ni un sentido dirigido. Simplemente las cosas pasan, sin más. Además, creo que el autor abre demasiadas historias personales, pero no da tiempo a profundizar demasiado en ellas, asà que los personajes quedan un poco planos, y no acabas de empatizar más que con uno o dos.
En resumidas cuentas, un libro recomendable para los amantes los zombies, pero que no aporta nada nuevo al género.