
El susurro de las flores marchitas, José Miguel Cuesta y José Rubio.
Bastante flojilla para mi gusto, y además no era en absoluto lo que esperaba. Quizá si hubiese esperado una novela policiaca mi valoración serÃa distinta, pero esperaba un libro de zombies… y no. Ni haitianos, ni vudu, ni leches. Aqui no hay zombies. Y la portada es de las más engañosas que he visto en los últimos años. Y además está hecha aporta, que no se trata de un «genérico». El tipo de la portada es el malo: negro, pelo con trencitas a lo afro, etc, etc. Ahora, el porqué de su aspecto zombil, que me lo expliquen.
Bueno, al grano. El libro nos lleva a Nueva Orleans, donde la magia negra está a la orden del dÃa entre la comunidad afroamericana, Allà nuestro prota, hijo de una hechicerá vudú, presencia de niño cómo su madre es asesinada por los maleficio rituales de un mama-lamba (o como sea) rival, que a base de hechizos se la carga sin necesidad siquiera de tocarla.
Años más tarde, el niño ya es un hombre, y trabaja como detective privado, especializado en lo paranormal. Un mix de Humphrey Bogart e Iker Jiménez, vamos. Un dÃa le llega el caso de la desaparición de una joven, que tras indagar un poco, verá que no ha desaparecido sola, sino que otras doce adolescentes se han esfumado sin dejar rastro, y sin que las autoridades parezca que hagan nada.
Las investigaciones del nuestro Tristan Breiker particular le llevarán hasta un misterioso culto, donde un poderoso hechicero puede estar detrás de estas desapariciones. Sin embargo, encontrará algo más que las respuestas que busca. Se deberá enfrentar a su pasado, abriendo algunas puertas que quedaron cerradas en su infancia.
BrujerÃa, conjuros, pollos decapitados, orgÃas desenfrenadas, cultos primitivos… De todo esto encontraréis bastante, pero podridos, no. Hay un ataque de una supuesta zombie por orden de los malos, pero que también podrÃa estar simplemente drogada o en trance. La novela en sà es entretenida si la tematica te atrae (que no es mi caso), pero no veo que encaje de ningún modo en la LÃnea Z de Dolmen.