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No nos dejan ser niños

La policía María Médem acaba de ser madre y ha dejado el departamento de homicidios para ocupar un puesto más tranquilo en la isla de Menorca que pueda compaginar con su maternidad. Pero no va a ser fácil. De repente, tres ancianas, una tras otra, aparecen estranguladas en su jurisdicción . Todas con el mismo sello del criminal.

Para complicarlo todo, su suegra, una mujer insufrible y manipuladora aparece en su casa y se instala allí sin previo aviso. Su matrimonio se tambalea pues su marido pasa la mitad del año viajando y da la sensación de que no tiene mucho interés en volver a casa. Tiene que soportar a su suegra ella sola y encima nunca se han llevado bien.

Pero aquí no acaba todo. Llaman a un experto equipo de homicidios de Barcelona dirigido, casualmente, por un ex-amante de María que pide que ésta le ayude en la investigación. Se conocieron trabajando juntos y su compenetración es total a nivel profesional y personal.

Cuando empieza a investigar, María se da cuenta de que todos los indicios apuntan a que su suegra puede ser la persona que ha matado a las tres ancianas y ella se encuentra ante una encrucijada muy difícil. Deberá sacar fuerzas para manejar tantas situaciones difíciles para no entrar en un depresión de ánimo que la impida seguir adelante.

Una novela muy interesante, sorprendentemente –para mí- adictiva y muy bien retratada la personalidad femenina, tanto de la policía – la buena-, como de la asesina –la mala-. Según el escritor la maldad femenina es todo un arte; sutil, refinada y con una puntería brutal: los hombres son más toscos. Las mujeres tan solo cometen el 10 % de los delitos, por lo que es más difícil crear un personaje creíble al tener menos material para documentarse.

También me gusta cómo esta historia refleja el conflicto que muchas mujeres tienen para compaginar la maternidad con la vida laboral sin flaquear, sin sentir demasiados complejos de culpabilidad, sobre todo cuando las mujeres que no trabajan alardean delante de ellas de ser mejores madres por haber renunciado a su trabajo para poder cuidar a sus hijos «como debe ser». Seguro que a más de una os ha pasado alguna vez.

Definitivamente creo que es una novela muy recomendable para los amantes del género que disfrutarán muchísimo con ella.

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