Treinta y una narraciones componen esta publicación, Treinta y una narraciones de distinta extensión, desde apenas tres páginas hasta treinta y seis.
Todas tienen un algo en común, aunque todas son totalmente diferentes. Son diferentes historias sin principio ni fin, que no cuentan una historia completa, ni la estructura clásica de introducción nudo y desenlace.
Son todas ellas un momentáneo escaparate a la vida de distintas personas en distintas situaciones, todas con un punto triste o, incluso, trágico, desde luego sentimental. Me he sentido algo curiosa, como si estuviera invadiendo intimidades, cometiendo alguna indiscreción, un extraño en una vivencia muy personal, de la que escapa de repente para encontrarse en la misma situación con personajes diferentes.
Un lenguaje cuidado, con tintes poéticos, que te somete a una reflexión introspectiva. Te sientes como una alma viajera por el mundo compartiendo penas y alegrÃas (más penas que alegrÃas) con el mundo. Un tÃtulo muy apropiado para este viaje de sentimientos ajenos que intenta que vivas como propios.
No soy una aficionada a los relatos y cuando me ofrecà a leerla y reseñarla pensé que se trataba de una novela, pero aún asÃ, puedo valorar la calidad de estos escritos y animo a todo el mundo a que conozca la obra de este autor. Quizá me decida a leer su novela Camino del Mar.