Tras su debut como escritora en el año 2009 con la novela ganadora del Premio Círculo de Lectores de ese año, “Una dama en juego”, y su posterior obra publicada en el año 2012 “La Tabla Esmeralda”, que, por cierto, fue todo un éxito de ventas, Carla Montero nos presenta ahora su última novela, “La piel dorada”, publicada por Plaza & Janes el pasado mes de Abril.
Una novela que, según reconoce la propia autora, nace frente al cuadro La acróbata en la bola, de Pablo Picasso, cuando se preguntó quién era esa mujer que posaba desnuda y cuáles serían las razones que la impulsaron para hacerlo y vivir al límite de la moralidad de su época.
De esta forma, Carla Montero nos adentra mediante un apasionante thriller en el complicado mundo de las modelos de arte de principios de siglo XX, a las que la sociedad de la época calificaba de mujeres de sospechosa reputación, por no decir directamente que las tachaban de prostitutas, no sólo por mostrarse desnudas ante el artista, si no también porque serían retratadas en tan escandalosa pose para deleite de quien tuviese el privilegio de poder observar el cuadro.
La acción se desarrolla en Viena, en plena decadencia del Imperio austrohúngaro, y en pleno auge del Secesionismo, movimiento artístico nacido a finales del siglo XIX que se identificaba con un arte moderno y libre frente al arte tradicional que consideraba obsoleto.

"La acróbata en la bola" (Acrobata sul pallone) de Pablo Picasso, obra que inspiró a Carla Montero para crear la novela "La piel dorada"
Bajo ese telón de fondo se producen una serie de violentos y brutales asesinatos. Todas las víctimas son mujeres jóvenes y hermosas, modelos de arte que pertenecen a una organización denominada “La maison des manequins” creada por Inés, una atractiva y enigmática mujer, amante y musa de Aldous Lupo, uno de los pintores más afamados de la ciudad.
El detective Karl Shlackman, inspector de la brigada criminal de la Policía Real e Imperial de Viena, será el encargado de enfrentarse a la investigación de estos crímenes, misión nada fácil puesto que los asesinatos están siendo realizados con una gran pulcritud.
Desde un principio, las sospechas recaen sobre dos de los protagonistas de la novela. Por un lado tenemos al príncipe Hugo von Ebenthal, primogénito y heredero de una de las familias más poderosas de Viena, un personaje peculiar, de vida libertina poco acorde a su condición social, con un pasado algo oscuro al haber sido acusado de asesinato y posteriormente absuelto por falta de pruebas, y amigo desde la infancia del propio Karl, el inspector encargado de la investigación de los asesinatos. Por otro, nos encontramos con la propia Inés, sobre cuya misteriosa y magnética figura gira y se desarrolla gran parte de la historia.
Otros personajes desfilarán por delante del lector, tales como la excéntrica baronesa Kornelia von Zeska, quien, pese a los impedimentos que la sociedad imponía a las mujeres, posee su propio estudio privado de pintura, el anarquista André Maret, el mendigo Milos, amigo de Inés, o Magda, la hermana de Hugo, una mujer de carácter hosco que no puede soportar que su hermano mancille el buen nombre de la familia.
Presionado por la prensa y por las autoridades para encontrar pronto a un culpable de los asesinatos, el detective Karl Shlackman deberá librar una batalla moral interna. Los principales sospechosos son, su amigo desde la infancia, y una mujer por la que siente una gran fascinación.
En fin, una novela completa, en la que por un lado seremos testigos de las dos caras que presentaba la ciudad de Viena a principios del siglo XX, la de los lugares emblemáticos que nos evocarán épocas doradas, y la más sórdida por donde se mueven algunos de los personajes de la novela; y por otro, la de las labores de investigación policial de aquellos años, muy alejadas de las que estamos acostumbrados a ver en novelas o series televisivas actuales.
Misterio y suspense, junto con romanticismo y pasión, serán algunos de los ingredientes que nos encontraremos a lo largo de los dieciséis capítulos en que se estructura esta novela, acompañados, claro está, de asesinatos, sospechas, intrigas, venganzas…. vamos, todo lo necesario para elaborar un buen thriller.
La novela va de menos a más. A medida que avanza la trama va ganando intensidad y ritmo, y con giros típicos de este tipo de novelas policíacas consigue mantener al lector en vilo hasta el final, donde un acertado desenlace dejará buen sabor de boca al lector.
Para mi gusto, a los personajes les ha faltado un poquito de “chispa”, me han resultado en general un poco insulsos. Por lo demás la novela me ha gustado y he disfrutado con su lectura.
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Sobre la autora:
Carla Montero nació en Madrid en el año 1973. Licenciada en Derecho y Diplomada en Dirección de Empresas, comenzó su andadura literaria en el año 2009 con al novela “Una dama en juego” (premio Círculo de Lectores de novela en 2009). Después, con su segunda novela “La Tabla Esmeralda” (2012), se adentró en el mundo del expolio nazi de obras de arte. Su tercera novela, “La piel dorada” (2014) que hoy reseñamos aquí, la consolida como una de las escritoras de éxito del panorama actual.