RSS
Entradas
Comentarios

La falsa pista

El inspector Kurt Wallander está a punto de disfrutar de unas merecidas vacaciones en Skagen que, además, espera compartir con Baiba, la mujer de Riga que conoció en uno de sus casos anteriores y de la que está enamorado.

Recibe una llamada de un viejo que vive solo porque últimamente ha visto merodear por sus campos de colza a una extraña joven que se comporta de manera extraña. Cuando Wallander se acerca para lo que parece un sencillo caso, el denunciante le señala a la merodeadora que ha aparecido nuevamente en el campo. No hace nada. Simplemente está allí. El inspector se acerca a ella para interrogarla cuando, de repente ve cómo se rocía de gasolina y se prende fuego, muriendo irremediablemente.

Wallander comienza la investigación sobre las causas de este suicidio que le ha dejado tan impresionado. De repente empiezan a cometerse una serie de homicidios, que parecen estar relacionados, de alguna manera con este suicidio. Una relación débil, cierto, pero que a Wallander no se le va de la cabeza.

Durante el transcurso de la investigación, encuentra toda una trama de criminales sin escrúpulos que salpica a personajes de los más altos niveles de la sociedad sueca.

Esto le obliga a ir más despacio, dando rodeos para no acusar a estos importantes personajes sin pruebas claras. Su jefe informa y pide instrucciones al fiscal general del Estado, lo que hace más difícil aún el trabajo de Wallander.

Pero cuando la vida de su familia y la suya propia se ve en peligro, Wallander se crece y no piensa cejar hasta llegar a la resolución final de este caso. Caiga quien caiga.

La única pena es que quizá no pueda disfrutar de sus primeras vacaciones con Baiba. No se atreve a decírselo esperando hasta última hora por si no hubiera que anularlas…

Para complicar aún más su vida, su padre está gravemente afectado de Alzheimer. Un día su padre se presenta en comisaría para hablar con él, cosa que no recuerda haya ocurrido nunca, y le pide una cosa. Su padre siempre ha querido ir a Italia. Quiere ir antes de la enfermedad le impida disfrutar del viaje y quiere ir con Kurt. No con su mujer, Gertrud, ella no tiene nada que hacer allí, y quiere ir en septiembre. Él lo pagará todo pero quiere saber si Wallander quiere acompañarle. Por supuesto que irán a Italia, le dice, en septiembre cogerá una semana de vacaciones para ir juntos.

Pero ¿podrá cumplir su promesa? El caso que lleva entre manos es demasiado complejo y puede alargarse mucho en el tiempo.

Impresionante Henning Mankell. Con cada novela que leo de esta serie creo que se supera y pienso que todo se debe a este personaje tan cuidado, tan elaborado, tan creíble y tan humano.

logocompra