Enero de 1903. Oxford. Cuatro personajes de lo más dispar, amigos entre sí y a los que nada les une excepto el interés por las nuevas ciencias que exploran el mundo del más allá, reciben una invitación para investigar una muerte ocurrida en Irlanda, en un pequeño pueblo irlandés llamado Kilcurling.
Aparentemente un hombre muere de un infarto provocado por el miedo que le produce una banshee que le persigue hasta que muere. Entre todos se encargan de publicar Dreaming Spires, un periódico especializado en las ciencias relacionadas con el más allá que no pasa por su mejor momento económico, por lo que consideran que este puede caso puede darles el empujoncito que necesitan.
¿Qué es una banshee? Una banshee es un espíritu femenino, una de las figuras principales de la mitología celta que, según la leyenda, pertenece (sí, pertenece) a las familias más importantes de Irlanda, a los grandes clanes, y que se aparecen llorando y gimiendo amargamente para anunciar la muerte de un miembro de esta familia. Son hadas mensajeras del otro mundo, aparentemente inofensivas, que se limitan a anunciar la muerte de una persona, no a provocarla.
¿Por qué pues se sospecha que esta banshee ha provocado la muerte de este pobre hombre?
Al parecer la familia a la que pertenece la banshee está en la ruina y pretende vender su castillo y todas sus propiedades ¿Es posible que la banshee no quiera que se vayan de sus feudos de toda la vida?

Dibujo de una Banshee
Hay que añadir a este tema, de por sí bastante llamativo, la personalidad de cada uno de los cuatro amigos.
Uno es un investigador, el profesor Quills, un científico de renombre mundial que ha creado unas máquinas capaces detectar ectoplasmas allí dónde los haya, artilugios extraños y fascinantes como el espintariscopio. Es por esto que ha recibido la carta para solicitar su ayuda en el caso del supuesto ataque de la banshee.
Otro es Oliver Saunders, joven tímido, un ratón de biblioteca, estudioso, poco sociable, gran amante de la novela gótica y que no se relaciona más que con su pequeño grupo de amigos y no sale de su despacho en el Balliol College, salvo para atender casos tan interesantes como este.
Un tercero es un hombre de iglesia, August Westwood, gran amigo de todos ellos, pero sobre todo de Alexander Quills, que también está interesado, en el espiritismo, el contacto con personas que han abandonado este mundo mortal para conseguir el descanso eterno aunque a veces tiene que ayudarles a abandonarlo del todo, solucionando los problemas que les impiden conseguir su tranquilidad en el mundo inmortal.
Y el último y el más pintoresco es Lionel Lennox, un arqueólogo dispuesto a vender sus conocimientos al mejor postor, incluso aunque sus actuaciones traspasen la frontera de lo legal, mujeriego y amante de la buena vida.
Todos ellos visitarán Irlanda, una isla mágica, misteriosa, tierra de leyendas en la que hasta sus habitantes parecen sobrenaturales de tanto convivir son familiaridad con todos los mitos de su folclore, con las hadas, los duendes, los elfos … y las banshees. Y, ante el mutismo de toda la población, que temen hasta pronunciar voz alta la palabra banshee, tendrán que enfrentarse solos a este misterioso caso. Pero Irlanda les subyugará, no sólo por su misterio, sino también por la belleza sobrecogedora del país y no se rendirán fácilmente.
La novela narrada en tercera persona, casi siempre desde el punto de vista de los protagonistas, consigue con facilidad adentrarte en la época y el lugar en que suceden los hechos. Participas de sus vivencias, sus aventuras, sus miedos y hasta sus escalofríos al escuchar el llanto de la banshee. Una interesante trama principal, con pequeñas ramificaciones de tramas paralelas que ayudan a dar la consistencia y la credibilidad necesaria a cada uno de los personajes, los principales y los secundarios.
Aunque no hablo de los personajes femeninos de la historia, no tienen nada que envidiar a estos, aunque su papel no sea tan importante. O sí.
Debo reconocer que me ha sorprendido gratamente esta autora, la impresionante historia tan bien documentada, tan bien ambientada, la imaginación que desborda, la fluidez, elegancia y sencillez del lenguaje , con un ritmo que va aumentado según avanzas en su lectura que llega a conseguir una cadencia que provoca la ansiedad por seguir leyendo.