Poco voy a decir de esta entrega además de que es la que menos me ha gustado hasta ahora. Creo que al Sr. Martin se le está yendo de las manos todo esto; multiplica los personajes hasta el infinito y más allá y los escenarios son demasiados y eso implica que tanto a unos como a otros puede dedicar pocas líneas o capítulos.
No soy tan friki de esta saga (a pesar de que me gusta bastante) como para conocer y memorizar a todos los personajes que va creando Martin y su relación entre ellos, y me tengo que limitar a reconocer y recordar a los principales y poco más (que no son pocos). He llegado a perderme bastante entre familias y subfamilias, vasallos, señores, amigos, enemigos, traidores, banderas, reyes, reinas, aspirantes a ambos…etc.
Lo que más me ha gustado es la historia de Tyrion, que como ya he comentado alguna vez es mi personaje preferido, me divierte y me sorprende y es mi candidato final y definitivo al Trono de Hierro. Creo que vencerá la inteligencia sobre cualquier otra cualidad del resto de los candidatos (seguro que en el próximo libro se lo carga el autor).
Otro personaje que siempre me ha gustado es Arya y en este libro me parece que se ha estancado bastante y eso me ha decepcionado un poco.
Le da bastante protagonismo a Jon Nieve, que hasta ahora le tenía un poquito abandonado y a Daenerys Targaryen. Pero este personaje me cae muy mal: Por mí se le puede cargar perfectamente.
Sigue ramificando y abriendo nuevos escenarios, nuevos problemas, nuevos personajes. Creo que va siendo hora de que se centre y limite un poco los bandos de lucha de poder.
Pero vamos, esta es mi opinión y supongo que a más de uno le parecerá una soberana tontería. ¡Qué le vamos a hacer! No se puede dar gusto a todo el mundo. Ni siquiera un escritor tan bueno como George Raymond Richard Martin.