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Thom Sharpe

Lamentablemente, esta mañana nos despertábamos con una triste noticia. El escritor británico Tom Sharpe fallecía  esta madrugada por problemas circulatorios derivados de la diabetes que padecía, a los 85 años de edad, en su domicilio de Llafranc, en Palafrugell (Girona), donde llevaba residiendo desde hacía 22 años.

La incineración se celebrará este fin de semana en Palafrugell, y posteriormente sus cenizas se repartirán entre Cambridge, Sunderland, y la localidad gerundense que le vio morir.

Nacido en Londres el 30 de marzo de 1928, tuvo una infancia difícil en la que su padre, predicador británico de la iglesia anglicana, trató de inculcarle ideas fascistas. Tras estudiar Historia en la Universidad de Cambridge, pasó un tiempo en la Marina, emigrando en el año 1951 a Sudáfrica donde ejerció como profesor, y se inició en el mundo de la fotografía empleando el escaso tiempo libre que le dejaba su trabajo de docente en un internado de niños blancos para tomar imágenes de los suburbios de la ciudad.

En 1961 escribió, Natal, una crítica en contra del régimen del Apartheid. Por este motivo fue encarcelado y acusado de político subversivo y peligroso siendo más tarde deportado. De su experiencia en África sacaría el material necesario para, años después, cuando contaba ya con 43 años, escribir su primera novela “Reunión tumultuosa” en el año 1971, y dos años más tarde, en 1973 Exhibición impúdica.

Tom Sharpe

Sus novelas se caracterizan por su humor corrosivo y a veces cruel dentro de la amplia temática que abordaba, que va desde el Apartheid, hasta la crítica al sistema educativo (Wilt y secuelas), pasando por el snobismo inglés (como Vicios Ancestrales), la burocracia y la estupidez en general.

Sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas y algunas de ellas incluso han servido para realizar series para la televisión. Wilt, una de sus obras más exitosas, vendió más de 10 millones de ejemplares en los 22 idiomas a la que fue traducida, y fue llevada al cine en 1989 por Michael Tuchner.

Nos deja “el novelista más divertido de nuestros días” como le definió en su momento el diario de Reino Unido “The Times”.