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La gente del margen, Orson Scott Card.

La gente del margen, Orson Scott Card.

Jo, he pinchado hasta con Card. El libro ha sido un rollete bastante importante. Mira que el autor de El juego de Ender y una novela postapocalíptica prometían, pero todo quedó en eso: promesas. La historia comienza con un paraje hostil, tras una destrucción atómica del planeta, en el que quedan pocos grupos de supervivientes, y los que quedan, lo hacen en condiciones extremas, ramoneando los recursos que encuentran en su camino, y rebuscando en las ruinas de la civilización para encontrar algunos repuestos con los que reparar los pedazos de su vida anterior.

El libro comienza con un relato titulado «Oeste», en el que uno de estos buscatesoros que en uno de sus viajes divisa a un grupo que se desplaza por una carretera, y que va a ser victima de los grupos de bandidos (o algo peor), ya que no viajan guardando las medidas básicas de seguridad (no hacer ruido, no viajar por caminos principales, etc.). Estos concretamente van cantando himnos religiosos, así que ya os imagináis. El vagabundo se debate entre ayudarles o no, pero finalmente decide salvarlos, y ahora se considera responsable de ellos. El problema es que ellos son mormones, y no atienden a razonamientos normales. Quieren ir a Salt Lake City, en busca de otros como ellos, y no se apean del burro.

Finalmente, decidirá servirles de guía, y por el camino irá descubriendo que su forma de vida espiritual le atrae, y se quedará junto al grupo. Orson Scott Card es mormón, por cierto, así que supongo que la escritura de este libro forma parte de su acción evangelizadora. El relato acaba cuando llegan a Salt Lake City, pero justo al final rescatan a un niño de una familia que está siendo atacada por unos bandidos y se lo llevan con ellos. El segundo relato, «Recuperación» nos cuenta la historia de ese niño, llamado Deaver Teage, en Salt Lake City algunos años después.

El joven ha crecido, y forma parte de la comunidad mormona de la ciudad. El relato nos narra la historia de una aventura en la que el joven, junto con unos amigos, van a bucear a un templo que quedó sumergido, pensando que en él encontrarían oro y tesoros increíbles. Lo único que encuentran es la moraleja del relato.

El tercer relato, llamado «El Margen» salta y nos cuenta la historia de la educación en la comunidad mormona, donde en la escuela se enseña a los niños la importancia de la cooperación y la colaboración para que todo el mundo haga su trabajo, y lo peligroso que es que algunos se salten sus obligaciones en una zona periférica como el margen, donde la recuperación de zona cultivable es vital para la supervivencia. Los hijos de algunos de estos padres menos «implicados» no se tomarán a bien la charla del profesor, un minusválido llamado Carpenter, y tomarán represalias contra él tirándolo por un barranco. Afortunadamente un grupo de actores ambulantes que pasaban por ahí lo rescataron del fondo sin más que algunos rasguños.

El cuarto relato, «Titiriteros», nos narra la historia de esos titiriteros, cumpliendo con su función lúdica de pueblo en pueblo, pero sirviendo también como núcleo de unión entre comunidades, y como elemento de transmisión oral de la cultura y de los hechos pre-apocalipsis. A este grupo se unirá un adulto Deaver Teague, convertido en mensajero postal de la comunidad (o algo parecido), y les acompañará en su periplo, enamorándose de una de las titiriteras. El momento estrella del espectáculo, es cuando narran la historia de América, mezclando los hechos desde Adan y Eva hasta el nacimiento de los EEUU de forma sin sentido y poniendo en boca de George Washington palabras de Lincoln y cosas similares. Los hechos se han ido perdiendo con el tiempo, pero lo que importa es la idea, y el sentimiento de comunidad.

Finalmente en el último relato, titulado América, nos cuenta una especie de fábula, donde un joven adolescente que viaja a Brasil con su padre, tiene relaciones sexuales con una chaman indígena madura, y del fruto de esa relación, nacerá el elegido que gobernará el mundo. Años después, cuando el elegido el adulto se producirá el encuentro entre dos culturas, los indígenas americanos, y los colonos (mormones), y llegarán al acuerdo de distribución de tierras, devolviendo el control de América, a los nativos americanos. Esta historia enlaza con las demás (de un modo un poco forzado, eso si), porque el consejero del jefe de los colonos (que es el joven que pernoctó con la chamana), es Carpenter, el profesor lisiado de la tercera historia.

En resumidas cuentas, historias un tanto inconexas, que según nos cuenta el propio Card, se escribieron en el contextos de un concurso de relatos (una especia de taller de narrativa), al que el autor fue sin nada escrito, y escribió allí sobre la marcha. Luego años despues desarrollaría el resto de los relatos, y los iría conectando de alguna forma, siempre con el vehículo proxelitista del mundo mormón como nexo común.

Las historias bastante flojitas, haciendo más hincapié en los sentimientos de los personajes, en los que profundiza muy poco por otra parte, que en los elementos de ciencia ficción de la novela. Bastante prescindible, la verdad. Este no es el Card de Ender.

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