Me reúno con mi entrevistado a media tarde, de puro otoño colorido, en una tranquila cafeterÃa del centro de la ciudad. Últimamente están tranquilas todas las cafeterÃas.
Llegamos a la par, prácticamente, y nos saludamos con fuerte apretón de manos, cariñoso, por los viejos tiempos y tal vez, los venideros.
Tras las primeras palabras de rigor y salutación, y habiendo sido servidos, ponemos manos a la obra y comienzo:
P. Francisco Belmonte. Un enterrador que escribe, o un escritor que entierra.
R. Un enterrador que escribe. Indudablemente. Aunque empecé a escribir antes que a enterrar…
P. Háblame un poco de ti. Una pequeña introducción para que nuestros lectores te conozcan.
R. Me llamo Francisco Belmonte, como ya has mencionado. Tengo 38 años. Nacido en Córdoba. Casado. Una hija. Dos perros. Trabajo como enterrador en un cementerio privado de Madrid desde hace 20, y he publicado hasta el momento 8 novelas…
P. TÃtulos…
R. ‘Memorias de un Enterrador’ (Libros Primero, Segundo, Tercero y Cuarto). ‘Las Crónicas de las Noches’ (Vida de un portero de discoteca) Primera y Segunda Partes. ‘Los Miserables (Vendetta)’. Y por último, ‘Mis Putas y Yo (Memorias Tristes)’.
P. Hace bastante, años, casi veinte, dirÃa, tuve el gusto de leer una novela tuya, cuyo tÃtulo era ‘Cheyena, o Camino del Infierno’, me parece. ¿Dónde has estado todo este tiempo? Creo que después de ésta, la siguiente no salió hasta hace un par de años…
R. SÃ, en efecto, han pasado casi veinte años desde aquella primera novela. Lo cierto es que ahora que me preguntas no sabrÃa decirte… Supongo que dejé de escribir por circunstancias de la vida, porque el cuerpo no me lo pedÃa, o si me lo pedÃa no lo hacÃa con el suficiente Ãmpetu como para renunciar a todo lo que hay que renunciar si uno quiere escribir y además llevar medianamente bien el resto de la vida, con los compromisos laborales, familiares, y cotidianos. Entonces, a finales del 2009, principios del 2010, sentà de nuevo la llamada, y me puse a ello. En el trabajo en los ratos libres, en los tiempos muertos; en casa, en las pocas ocasiones en las que me quedo a solas, o robándole algunas horas al sueño; o en el parque mientras juega la niña; o en la piscina mientras se baña con la amigas; o mientras espero en el dentista… El caso es, que cuando viene, cuando empuja, es algo que le supera a uno, que está por encima de uno, y debe darle salida con la pluma y el papel –como escribo yo-, o aporreando el teclado. Porque si no lo hace, engendra la peste, o revienta, o se pudre, se marchita o se muere.
Y fÃjate si me ha dado fuerte, que en estos dos últimos años y pico he escrito las ocho novelas que ya andan por el mundo… Lo cierto es que la inspiración me fluye, como nunca, y esto se tiene que aprovechar, porque al parecer, no siempre es asÃ…
P. SÃ, ciertamente sorprendente…
R. Y ahora no sé cómo he podido soportarme todo este tiempo, el que he estado sin escribir, digo… Porque por otro lado, la escritura resulta para mà una tremenda vÃa de escape, una catarsis particular que me proporciona cierta estabilidad y equilibrio…
P. ¿Me harÃas una breve sinopsis de cada una de tus obras?
R. Por supuesto. Con mucho gusto… ‘Memorias de un Enterrador’, forma parte de una serie de 12 novelas. Ya van cuatro y espero que antes de fin de año ronde la quinta. Huelga decir que son autobiográficas. Son novelas sobre la muerte, sÃ, pero también sobre la vida. De hecho, dirÃa que son más sobre la vida. Sobre las vidas de singulares y extraordinarios personajes que de un modo y otro guardan alguna relación con un enterrador -que soy yo mismo-, y con un cementerio -que es éste, el mÃo-. Con un mundo a su alrededor tan cotidiano como mágico e increÃble. El lector podrá con su lectura impregnarse de aires nuevos, de historias diferentes. Podrá conocer a los que dejaron su impronta en estos párrafos y su alma entre las piedras de este Campo santo…
Protagonizan, se mencionan, aparecen por sà mismos o se habla, entre otros muchos, del legionario, de sus hazañas en la guerra y de que tenÃa una hija enterrada en el cementerio. De la señora Juana, que acuchilló al hijo de quien atropelló a su pequeña, que estuvo en la cárcel, y de la mala suerte que tuvo en la vida. Del Ãrbol del Ahorcado, con todos los que de su rama pendieron. Del Pozo de la Muerte, la Guerra Civil y el Sargento de Brigada, con todo lo que dejó escrito y que fue hallado. De Joselito el grabador, que no sabÃa leer ni supo quién fue su padre. Del Coronel nazi que aparece, todo un misterio. Y otras muchas cosas… Tantas, que necesitarÃamos un par de horas sólo para mencionarlas. También se cuentan hechos acerca de la construcción de la capilla, con sus pasadizos y estancias secretas, de cómo una organización religiosa combate con otra similar pero opuesta por el control de la dirección del lugar, de cómo se realizó en las criptas de la capilla la primera operación a corazón abierto (pero eso será más adelante, que anticipo acontecimientos), el corones nazi, la espÃa española, el enterrador solitario, el secuaz que secuestraba niños para un fin horrible, o la vida del Maletilla, representante de mármoles, el padre Lorenzo, el padre Pietro, educado en las escuelas orfanato de la Posguerra para convertirlo en el perfecto ejecutor de las voluntades de los dirigentes de la Iglesia, etc… Historias que abarcan desde la fundación de la Sacramental, allá por el año 1847 hasta nuestros dÃas, siendo la Guerra Civil y la Posguerra temas recurrentes con grandes historias y aventuras que se vivieron entre los muros del lugar… En ‘Memorias de un Enterrador’ se baraja una amalgama de personajes de lo más variopinto, y se hace hincapié en las vidas que vivieron, aparte de las muertes que tuvieron. Hasta nuestros dÃas…
P. Parece de lo más interesante…
R. PermÃteme decirte que sÃ, que lo es. Y sorprendente, aunque no sé si está bien que sea yo quien lo diga. Los que lo han leÃdo, me han confirmado esto que te afirmo, y que no sólo por las historias en sÃ, sino en cómo se cuentan…
P. Vaya, habrá que comprobarlo entonces…
R. Estaré encantado de escuchar, o leer, tu opinión…
P. ¿Y qué me dices de ‘Las Crónicas de las Noches’? ¿Es también algo tuyo, por decirlo de alguna manera?
R. SÃ, en parte sÃ. Hubo un tiempo, cuando joven, que trabajé como portero de discoteca, por lo que vivà una serie de experiencias y adquirà una serie de acontecimientos que he plasmado en esta serie, que ya lleva dos partes, dos tomos, editados, y probablemente se extienda hasta seis o siete… Depende de las fuerzas y la inspiración…
P. Las he hojeado, y parecen unas crónicas duras, crudas, reales. Hablas de prostitución, tráfico de drogas y de personas, corrupción policial, extorsión, cobros ilegales, apuestas… ¿Hasta qué punto tú has vivido lo que cuentas? ¿Nos lo cuentas de primera mano? ¿Hasta qué punto estás implicado en la historia?
R. Bueno… ten en cuenta que estoy aquÃ, contigo. Y que me he permitido ciertas licencias dramáticas. Lo que sà te digo, es que gran parte de lo que se menciona lo he vivido, lo he visto, lo he oÃdo… Pero por descontado, no deja de ser una novela…
P. Y nos quedan ‘Los Miserables’…
R. SÃ. ‘Los Miserables (Vendetta)’. Venganza. Es una novelita que escribà tras una mala experiencia con los miembros de mi comunidad. Fue la única manera de redimirme, y de no cometer ninguna locura. PodrÃamos decir de ella que es una novela negra, costumbrista, con mucho humor, donde se refleja una pequeña fracción de la sociedad, como es una comunidad de vecinos de una gran urbanización de chalets, que podrÃa extrapolarse a una sociedad mayor como es un pueblo, una ciudad, un paÃs… Ellos, los vecinos, las gentes, son lo que son, casi sin excepción, unos miserables…
P. Y tomaste tu venganza con tu pluma, no con tu espada…
R. La pluma puede a la espada, en algunas ocasiones. Y está mejor considerada en los juzgados.
P. Y para concluir, qué me dices de ‘Mis Putas y Yo (Memorias Tristes)’…
R. Que es un remake de un proyecto de hace algunos años, también de mis años locos, cuando me independicé y salà a descubrir mundo, a pecho descubierto y sin prejuicios, buscando respuestas en los lugares más insospechados, los coqueteos con las drogas, el alcohol, la fiesta, el sexo, el amor, la inconsciencia… La defino como la historia de un hombre perdido, de un corazón roto… Se inicia con la muerte de un amigo (por suicidio), y de cómo el protagonista se muda al piso de aquél y el mundo que habÃa conocido se le pone patas arriba. De cómo se tambalea su realidad al entrar en contacto con la vida que se ha mencionado más arriba, la gente que conoce, a dónde le conduce… Me gusta, y mucho, la verdad. Me recuerda que he tenido suerte por poder contarlo, y me hace pensar en todos los que se quedaron por el camino, tirados en las cunetas o perdidos…
P. Bueno, Francisco. Por último, dónde podemos encontrar tus trabajos, y qué proyectos más inmediatos tienes…
R. Tras haber publicado con tres editoriales, me he decidido finalmente por hacerlo en Amazon. Tienes la ventaja de publicar cuando quieras, y llegas a todo el mundo, a todo el mundo que quiera leerte, se entiende. Uno de los problemas de las editoriales es la distribución. Es muy cara, y no siempre llega. Y ante las grandes corporaciones que compran espacios a golpe de talonario no se puede luchar. Y lo que más peso ha tenido, casi, a la hora de optar por esta forma de edición, es el precio. Ninguna de las novelas supera el euro. 0,98 céntimos, creo. Y quién no se compra un libro por ese dinero…
P. ¿Y los proyectos?
R. Publicar la Tercera Parte de ‘Las Crónicas de las Noches’, y el quinto de ‘Memorias de un Enterrador’, antes de que acabe el año. Pero bueno, ya se verá…
P. Un placer, Francisco.
R. Un placer, César. Y todo un honor…