En una urbanización mallorquÃna aparece, colgada de una viga de la casa en que veraneaba, el cadáver de Eva Heydrich, joven millonaria austriaca conflictiva, provocadora, turbulenta, promiscua y bella, muy bella (esto es algo que queda muy claro desde la primera página). Eva disfruta con el juego amoroso, alentando y desalentando a hombres y mujeres, jóvenes y viejos, feos y guapos. Un un juego peligroso el de encelar a la gente.
De inmediato surge una sospechosa como autora del crimen, Regina, una mujer italiana, bastante mayor que ella, con especial predilección por las jovencitas, con la que Eva vivÃa y mantenÃa relaciones Ãntimas y que, para corroborar estas sospechas, ha desaparecido del mapa.
El caso parece bastante claro: Regina presa de celos por la actitud de su amante ha matado a Eva y ha huido. Sólo hay que encontrarla y apresarla. Sin embargo hay algo que no está demasiado claro, algunos cabos sueltos que no se terminan de atar, algo extraño que no encaja. La policÃa local pide la ayuda de investigadores expertos y el caso termina siendo competencia del sargento Rubén Bevilacqua.
Últimamente el sargento de la guardia civil Rubén Bevilacqua está siendo destinado por su jefe, el comandante Pereira, a resolver casos bastante sórdidos. Él está convencido de que es porque se ha cogido vacaciones durante la primera quincena de agosto, aunque es la primera vez en toda su carrera y Bevilacqua no sabÃa que le iba a molestar. Si lo hubiera sospechado no lo habrÃa hecho y ambos se hubieran ahorrado situaciones desagradables.
Cuando es llamado por su comandante para que resuelva un nuevo caso, piensa que es otra venganza. Esta vez le manda a Mallorca. Y encima acompañado, cuando todo el mundo sabe que le gusta trabajar solo. Y para remate su compañera es una joven e inexperta agente de 24 años, tÃmida, de trato áspero y algo arisca. Chamorro ha sido escogida precisamente pero esto y por su aspecto algo hombruno, pues deberán infiltrarse e investigar en ambientes lésbicos.
Bevilacqua tiene muy claro que él es un guardia civil, que el que manda, manda y que los deseos de los jefes son órdenes para él, pero esto no le va a impedir investigar este caso con criterio propio y reflexivas deducciones que, a pesar de su habilidad para sortear problemas, le ocasionará más de uno con sus superiores a quienes, desde el respeto, obviará cuando lo considere necesario para su investigación.
Las pesquisas son muy interesantes y para el lector resulta simpático imaginarse a dos guardias civiles serios y formales, que apenas se conocen, intentando parecer una pareja seductora y licenciosa que sólo busca diversión sin lÃmite en las noches mallorquinas, explorando el lado oscuro de la vida nocturna de la ciudad. Especialmente comprometida y divertida es la situación que viven ambos cuando quedan con un grupo de sospechosos para bañarse en una playa nudista.
El estilo de Lorenzo Silva me ha parecido elegante, aunque no parezca una palabra muy adecuada para describir un estilo narrativo. Narrada en primera persona por el protagonista, el autor ha conseguido escribir una novela negra –o policÃaca- sin detalles sórdidos o escabrosos pero sin restar crudeza a la historia. Me gusta cómo ha salpicado la narración de unos hechos brutales con buenas dosis de humor, con momentos entre los personajes que prometen y agudas reflexiones del protagonista sobre la condición humana o el comportamiento criminal. No obstante, no perderemos nunca el hilo conductor de la historia: el crimen.
Me gusta que esté protagonizado por alguien tan cercano como dos guardias civiles. Quiero decir con cercano que me resultan más familiares que los agentes del FBI, la CIA, el MI5, la KGB o el Mossad, que son lo que suelen protagonizar este tipo de novelas. Y si te paras a pensarlo tiene su lógica ya que, según palabras del propio autor, “Ningún cuerpo policial lleva tanto tiempo resolviendo crÃmenes como la Guardia Civilâ€, pues fue creada muchos años antes que todas esas organizaciones.
Dicen que esta novela no nació como el principio de una saga pero lo cierto es que te deja con ganas de más y está claro que los protagonistas principales merecen una continuación de sus aventuras. Supongo que en ellas asomará más de un secundario que aparece en esta obra muy bien retratado.
Me ha resultado curioso que al final del libro el autor indique que la historia fue escrita entre el 22 de agosto y el 25 de septiembre de 1995. Primero porque lo especifique y segundo porque me parece que un mes es muy poco tiempo para escribir una novela tan buena, por muchas horas que le dedique.
A pesar de los elogios que he vertido aquà sobre la novela, no he podido darle la puntuación máxima por un pequeño detalle que me desinfló. Al final del libro el sargento Bevilacqua hace un resumen detallado de la investigación y la resolución del caso para el brigada Perelló, guardia civil mallorquÃn que inició la investigación y la cedió para su resolución a nuestros protagonistas. Creo que sobra. La novela está lo suficientemente bien escrita para que te enteres de todo, de lo que se dice y de lo que se insinúa, de lo que se sabe y de lo que se supone. Esto último me rechinó un poco, pero poco. Pienso seguir leyendo todos sus libros.