(Ver Leyendo-Ficha técnica)
Kit Tallant es la hija de un importante hombre de negocios estadounidense quien, representando al banco neoyorkino al que pertenece, se encuentra ahora trabajando y viviendo en Pekin junto con su mujer y su hija pequeña.
Kit agradece estar lejos de la patria tras sufrir un desengaño amoroso. El hombre del que está enamorada la ha dejado porque, según sus propias palabras, no la quiere suficiente. Ella se refugia en su poesÃa y espera que el devenir de los dÃas, la distancia y la monotonÃa consigan hacerla pasar página.
Alberto Holm es un joven y agraciado muchacho norteamericano amante de la escalada que se encuentra acompañando a sir Alfredo Fessaday, en una expedición meteorológica al monte Therat, en la cadena montañosa del Himalaya. Alberto es mecánico y su función es cuidar de los dos tractores que llevaron desde América para esta expedición.
Pero también es un entusiasta alpinista y su único interés es que el jefe de la expedición le permita acompañarle en su escalada en lugar de quedarse al pie de la montaña. Fessaday no está muy por la labor, pero Alberto es un hombre con un gran encanto personal y difÃcilmente se le puede negar nada.
Poco antes de llegar a la cima, uno de los miembros de la expedición cae gravemente enfermo, lo que les hace tomar la decisión de retroceder. Esa noche, antes de que llegara la mañana y todos se pusieran en marcha para el retorno, Alberto Holm decide seguir sólo hacia lo alto del Therat y consigue escalarlo él sólo. El primer hombre en hacerlo.
Enfadado por la desobediencia e insubordinación Holm es despedido y tiene que volver a su casa por sus propios medios. Pero no contaban con que su hazaña iba a verse magnificada por el pueblo americano de tal forma que parecÃa que hubiese conquistado la luna.
Una época de depresión, en la que la gente no tenÃa muchos motivos para la alegrÃa, era el momento preciso para convertir en héroe a Alberto. Para ellos representaba la esencia del joven americano, fuerte, valiente, luchador y su fama adquirió una progresión geométrica. Allà dónde fuera la gente le adoraba, le admiraba y le agasajaba como a un dios.
Al llegar a PekÃn es agasajado por el Cónsul estadounidense y a la recepción, como no podÃa ser de otra manera, estaba invitado lo más granado de la sociedad. Entre ellos la familia Tallant.
Kit era la única joven soltera, guapa y blanca invitada a la recepción, por lo que la pusieron junto a Alberto. Alberto es como un niño y se “enamora†inmediatamente de Kit, sin pensarlo, sin madurarlo. Es un arrebato casi infantil. Ella está pasando por un mal momento y al verse querida, agasajada, casi adorada por un hombre tan adorable, tan admirado, tan importante… También se cree enamorada. Decide olvidar a su antiguo amante y se casan.
Pero esto que parece una maravillosa historia romántica les llevará a ambos por un camino difÃcil de seguir. Alberto es adorable, pero de una simplicidad extrema. Sus ideas, sus razonamientos, su comprensión del mundo y de la vida es la de un niño de 10 años. Quiere a Kit, o mejor dicho, quiere quererla y se convence de ello. Quiere ser querido y se empeña en conseguirlo, lo que no le cuesta demasiado. Es como un niño guapo, sonriente, encantador. Las jóvenes se enamoran de él de forma inmediata y, de esa misma forma, las mujeres más maduras desearÃan que fuera su hijo y los hombres, con un poco de envidia a la par que de admiración, desearÃan ser él.
Pero poco a poco, Kit se da cuenta de que nada era como ella habÃa imaginado. Alberto no es como todo el mundo cree, no es la maravillosa persona fantástica e Ãntegra al que todos adoran y ella se enfrenta a tremendos dilemas y contradicciones: del mismo modo que se enorgullece de los logros de su marido, se avergüenza de falta de inteligencia y de su egoÃsmo infantil; se da cuenta de que no tienen nada en común y piensa que ha sido un error casarse con él, pero es incapaz de dejarle o divorciarse; su familia es de las más importantes de la sociedad norteamericana y la de él es una familia campesina, pobre, sin recurso y que cuida de una granja. A Kit, no sólo es que no le gusten, es que hasta le huelen mal, siente repulsión por ellos, por su comida, su casa…
Pero son el centro de atención de toda la sociedad norteamericana, que les adora. Descubrir al mundo la verdadera personalidad de Alberto y dejarle serÃa un escándalo del que la familia no podrÃa recuperarse. Además, cuando están juntos, ella siente que le quiere. Cuando están juntos.
Con un resultado final impecable como siempre, Pearl S. Buck nos trae a la palestra un interesante tema. La sociedad, la imagen que ésta tiene de nosotros y las normas de convivencia que nosotros mismos hemos creado, rigen nuestras vidas con mano férrea y de manera inexorable y nos convierte en sus esclavos. Estas reglas tan necesarias para convivir, pueden llegar a hacernos muy desgraciados.
El principio del libro es un poco más lento, necesita poner en nuestro conocimiento todas las situaciones necesarias para el desarrollo de la historia que, para mÃ, no empieza realmente hasta la mitad del libro. Según vamos avanzando la historia cobra intensidad y te ves a ti misma intentando descubrir cómo acabará todo, imaginando finales alternativos que consideras más adecuados. Para tu gusto, claro. Sin embargo, Pearl siempre me sorprende y, sin llegar a situaciones espectaculares, sus tramas nunca tienen el final que imagino para ellas.
No obstante este principio que me resultó algo denso, es lo que hace que no pueda llegar a darle la puntuación de 4 antifaces y me quede sólo en 3.
Considero igual de importantes el inicio, el desarrollo y el final de la historia. Todo tiene que tener su propio atractivo, marcar un ritmo, crecer en intensidad e inducir al lector a seguir leyendo. Pero cuando el inicio es duro, denso difÃcil o aburrido, puede ser que no llegues a terminar el libro. No ha sido este el caso, pero tampoco animaba demasiado a seguir leyendo.