Huyendo de un compromiso matrimonial que ella no deseaba, Jacinda Knight se encuentra en una situación apurada al encontrarse totalmente sola en un barrio poco recomendable.
Una pelea entre dos bandas de la que es testigo la llevará a ser rehén de Billy Blade, el jefe de una banda de ladrones que opera en los bajos fondos de Londres. Cuando éste se entera de su identidad decide devolverla a su casa sana y salva, pues conocedor del carácter de sus hermanos no desea para nada verse metido en ningún lÃo con ellos.
Pero Jacinda se siente terriblemente atraÃda por este bandolero insolente, maleducado y peligroso a la vez que valiente, guapo y sensual y, como habréis podido adivinar, su aventura no acaba cuando Billy Blade la devuelve a su casa.
Billy Blade está considerado casi el enemigo público número 1 y es buscado de manera insistente por la policÃa. Un joven de su banda, acosado por los agentes, le delata y le preparan una emboscada. Detenido y en la cárcel, se ve obligado a pedir ayuda a su padre, Lord Truro, marqués de Truro y St. Austell, un noble rico, al que odia y que dejó de ver hace bastantes años cuando huyó de su casa.
El único interés que el padre tiene en él es que es el único hijo que le queda, el único que le puede dar un heredero para que sus tÃtulos y su fortuna no desaparezcan. Su padre le ayudará con dos condiciones incuestionables: que abandone su vida anterior de manera total y que se case con una joven de buena familia y le dé los herederos que necesita. Él ahora es William Spencer Albright, conde de Rackford; Billy Blade ha muerto.
Pero nuevamente las vidas de Jacinda y Billy blade se cruzarán, aunque nada será fácil, no. El pasado de Billy aún le persigue, cabos sueltos que tiene que atar le harán vivir momentos peligrosos a los que Jacinda se verá arrastrada.
Una nueva entrega de esta serie, muy al uso de su autora, muy similar a las anteriores, pero con un diferente matiz, aquà el que vive una situación difÃcil es él, él al que la sociedad no le ha tratado bien, él el desencantado, él el que parece no tener un futuro halagüeño y ella es la que pertenece a una familia acomodada y la que tiene que algo que perder en esta relación, aunque sólo sea su reputación. Pero, como siempre, el amor triunfa por encima de todas las dificultades.
El estilo de esta autora, como ya he dicho anteriormente, es fresco, directo, de lenguaje claro y sencillo y con un ritmo constante, con una intensidad que no decae en ningún momento. También me repito –pero no tengo más remedio que hacerlo- al decir que esta es una novela para amantes del género, única y exclusivamente, pues es novela romántica pura y dura.