Los Caminantes – Hades Nebula, Carlos SisÃ.
Ya he leÃdo la ultima entrega de los Caminantes y la verdad, esperaba que estuviera al mismo nivel que Necrópolis, que me encantó, pero lo cierto es que no lo está…. ¡lo supera!. ¡Carlos lo ha vuelto a hacer!. Con Hades Nebula pone un broche de oro al fin de la historia.
Voy a intentar comentar algo sobre la novela sin hacer mucho spoiler, pero la verdad es que no soy muy bueno y revelo más de lo que debo. Si te gusta ir virgen al encuentro con un libro, deja de leer aqui, y vuelve cuando hayas terminado, por si acaso.
El libro arranca con el rescate de nuestros héroes del campamento de El Carranque por helicópteros del ejército, que llevaran a los pocos supervivientes que quedan a Granada, donde tienen establecida una base militar en la fortaleza de la Alhambra. Allà esperan que puedan desvelar el misterio que encierra la sangre de Aranda, y que sus cientÃficos puedan sintetizar un suero con ella.
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Sin embargo, verán que no es oro todo lo que reluce, y que la situación allà no es tan buena como pensaban. Los militares controlan de un modo draconiano, teniendo a los civiles recluÃdos en un estado bastante precario. Mientras nuestros amigos empiezan a pensar en que quizá se hayan equivocado, una misteriosa organización llamada Trauma, organizará las cosas desde dentro para plantar cara a los militares.
¿Son los zombies el verdadero peligro, o finalmente el hombre resultará ser un lobo para el hombre. Es complicado a veces saberlos.
Angustia, pasión, miedo, esperanza… por todas estas emociones nos llevará Carlos a través de las páginas de su libro. Lamento que la historia acabé aqui y ahora, pues el universo de los wanderers es de lo mejorcito del género zomberil.
Habrá que contentarse esperando la versión «remasterizada» en un sólo tomo que Carlos querrÃa sacar algún dÃa. Y por supuesto, con la vista puesta en La Hora del Mar, el próximo libro de SisÃ, ajeno a la temática zombi. ¿Nos cautivará del mismo modo sin los podridos alrededor?. El tiempo lo dirá. De momento añado a Carlos Sisà a mi estanterÃa de «favoritos».