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Descansa en paz, John Ajvide Lindqvist.

Descansa en paz, John Ajvide Lindqvist.

Me ha decepcionado bastante. Después de lo que me gustó lo otro que he leído de John Ajvide Lindqvist, Déjame entrar, este libro ha sido un jarro de agua fría. Demasiadas expectativas puestas en él, supongo. En cualquier caso, muy mal sabor de boca tras su lectura. Lento, cansino, sin ritmo y con una historia confusa.

La historia nos plantea un fenómeno simple, aunque aterrador. Aterrador por el lado psicológico, más que por el miedo en sí. Un buen día, los muertos vualven a la vida. Así sin más. Los muertos recientes, claro, no aquellos cuyos cuerpos están descompuestos. Simplemente se levantan, y vuelven a los sitios que ocupaban en vida: sus hogares, trabajos, o lugares de ocio. No se comen a la gente, no hacen maldades, nada. Simplemente están.

Naturalmente, la muerte pasa factura. Su comportamiento no es normal. No hablan, sus habilidades motoras son defectuosas, carecen de emociones, y la descomposición de los cuerpos sigue adelante. Esto volverá loco a más de un familiar, que ve como su ser querido regresa a casa desde la morgue u hospital, y se sienta en su sillón orejero a ver la tele, mientras permanece impasible a los estímulos exteriores.

Las autoridades se ven desbordadas. Por un lado, intentan buscar una explicación a este fenómeno, que coincide con una infrecuente ola de calor y con extraños sucesos con los apartos eléctricos, que se vuelven inestables y no se pueden apagar. Por otra parte, han de hacerse cargo de los «redivivos», pues no queda claro que se debe hacer con ellos, si permitirles regresar a sus hogares, o internarlos en algún tipo de centro hasta investigar el suceso. Además, empieza a haber reacciones entre la población; están los que los consideran una abominación que hay que exterminar, los que consideran que son seres vivos y tienen todo tipo de derechos, los apocalípticos que ven señales del fin del mundo… en fin, mucho revuelo.

La historia es narrada a través des tres familias; la primera mujer que vuelve a la vida, tras un accidente de tráfico, que está siendo estudiada por los médicos, y cómo lo viven su marido e hijo; un niño pequeño, que regresa a casa de su abuelo, que lo oculta de las autoridades; y un anciano, que regresa con su mujer y su nieta, ambas con poderes psíquicos, que les permite «conectar» de algún modo con los redivivos