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RAFAEL ALBERTI: Biografía

 

Rafael Alberti

Rafael Alberti

El 28 de octubre de 1999, moría en el Puerto de Santa María, Cádiz, Rafael Alberti, poeta de la Generación del 27, considerado uno de sus máximos exponentes y uno de los mayores literatos españoles de principios del siglo XX, figura clave de la poesía española de todos los tiempos.

Rafael Alberti Merello nacía en El Puerto de Santa María (Cádiz) el 16 de diciembre de 1902. Fue el quinto de los seis hijos que tuvo el matrimonio de Agustín y María, de origen italiano, de familia de importantes bodegueros proveedores de las cortes europeas, también se dedicaban al negocio vinícola y sus ocupaciones les mantenían frecuentemente alejados de casa, por lo que Rafael creció libre de tutela y despreocupado hasta que ingresó en un colegio regentado por estrictos jesuitas.

Esto le provocaba una asfixia que acabó con el abandono de los estudios en el cuarto año de bachillerato, siendo expulsado por sus repetidas faltas de asistencia y por mala conducta.

Las únicas asignaturas que le interesaron fueron la historia y la pintura, a la que dedicaría su tiempo al dejar el colegio. Cuando su familia, por motivos de trabajo, se trasladó a Madrid, el descubrimiento del Museo del Prado dejaría una profunda huella en él y se dedicó a copiar sus pinturas. Los dibujos que hace en esta época muestran un talento especial para captar una estética que le llevaría a conseguir que algunas de sus obras fueran expuestas en importantes salas, incluso en el Ateneo de Madrid.

Al poco tiempo de estar en la capital, trabaría amistad con la juventud intelectual de la época: García Lorca, Salinas, Guillén, Dalí, Buñuel, Aleixandre, Gerardo Diego, Dámaso Alonso y José Bergamín.

Tras la muerte de su padre en 1920, Rafael Alberti empezó a escribir poesía y sus primeros versos fueron para su padre y para su mar, al que tanto añoraba en la distancia. Una enfermedad respiratoria le obliga a retirarse a la sierra de Madrid, dónde descubre que la poesía le llena más que la pintura y se dedica a escribir durante su convalecencia. Estos poemas fueron recogidos en su primer libro publicado, «Marinero en tierra», con el que obtuvo el Premio Nacional de Literatura, compartido con el poeta santanderino Gerardo Diego y otorgado por un jurado que integraban Antonio Machado, Menéndez Pidal y Gabriel Miró.

A su mala salud se unirá la falta de recursos económicos y una profunda crisis existencial que desemboca en la pérdida de la fe. Todos estos sentimientos se reflejarían en su obra, como si de un diario personal se tratase.

Rafael Alberti tenía una gran afición por los toros. Esto le llevo a dibujar carteles taurinos y dedicar a este tema muchos poemas. Incluso hizo sus pinitos en la cuadrilla del torero Ignacio Sánchez Mejías.

En 1930 se casa con la también escritora María Teresa León, la mujer que más honda huella dejó en él y con la que compartió los momentos más importantes de su vida. En el transcurso del asedio a Madrid, ambos participaron activamente en la evacuación de las obras del Museo del Prado, intentando evitar su destrucción bajo el bombardeo de la artillería nacional y alemana.

En 1939, previendo el resultado de la guerra civil española y tras haberse declarado abiertamente republicano, se vieron obligados a salir de España y exiliarse en Francia.

En París, mientras vivía en casa de Pablo Neruda, escribió uno de sus más populares poemas: «Se equivocó la paloma».
De ahí se iría a vivir a Argentina, donde nacería su hija Aitana y después a Roma, antes de volver a España en 1977, tras 38 años de exilio.

Después de este libro publicaría “La amante”, “El alma del alhelí” y “Cal y canto”, pero sería “Sobre los ángeles”, una alegoría surrealista que estaría considerada su obra maestra”.

Esta inclinación al surrealismo desembocaría en una tendencia anarquista de sus ideas. Apoya el advenimiento de la República y se afilia al Partido Comunista, lo que le acarreará graves enemistades, y publica «El poeta en la calle» y varias obras de teatro, entre las que destaca «Fermín Galán». Todas sus obras adquieren desde entonces un marcado tono político, irónico y desgarrado, que intentan sacudir la conciencia dormida de un país

Títulos como “Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos”, “Sermones y moradas” y “Con los zapatos puestos tengo que morir”, dan buena prueba de ello. Ya en el exilio publica el libro, “Poesía”, donde muestra su nostalgia por la patria.

Vuelve a España en 1977 y continúa su actividad política y poética. Elegido diputado por el Partido Comunista de España, renuncia a su escaño para proseguir su tarea que no abandonaría hasta muy avanzada edad. Sus poemas se vuelven nostálgicos con el tiempo. Publica sus memorias, “La Arboleda perdida”, que consiguen gran éxito de público

En 1988 murió su primera esposa, María Teresa León, pero en 1990 Rafael Alberti volvió a casarse con la también escritora María Asunción Mateo.

Alberti recibió muchos premios y reconocimientos a lo largo de su carrera, entre ellos el Premio Lenin de la Paz, el Premio Nacional de Teatro, el Premio Salinas de Humanidades y el Premio Cervantes en el año 1983.

Falleció el 28 de octubre de 1999 a consecuencia de un paro cardiaco, en el Puerto de Santa María, Cádiz, la misma ciudad en la que nació. Sus restos fueron incinerados y sus cenizas esparcidas por las aguas de la Bahía de Cádiz, a la que tan vinculado se sentía. Su ciudad natal declaró tres días de luto y le dedicó un gran homenaje popular.