
Quijote Z, Hazael G.
Me dipongo a comenzar con otro de los libros que nos envÃo Dolmen, es esta ocasión un crossover ficcional entre Don Quijote de la Mancha y los muertos vivientes… el Quijote Z.
Hace bastante tiempo và en Internet un comentarios sobre Orgullo y prejuicio y zombies. Pensé que se trataba de una broma, o algún tipo de hoax internetero, porque la idea me parecÃa demasiado ridÃcula para ser verdad. No fue hasta verla en La Casa del Libro cuando me di cuenta que era verdad. Alguien habÃa cogido el texto de Austen, y lo habÃa modificado para incluir a los podridos entre las lÃneas del texto original. Incroyable…
Poco más tarde, me hice con el Lazarillo Z, obra que versionaba en este sentido a la de El Lazarillo de Tormes, y lo leÃ. No me hizo demasiada gracia, pero bueno, fue digerible. La diferencia con el anterior (que no he leÃdo), es que este último cambia por completo el texto original, manteniendo de éste sólo la estructura capitular, y el primero intercala el texto de Austen con las nuevas inclusiones.
Hace poco he visto en una librerÃa Sentido y Sensibilidad y monstruos marinos, mezclando el texto de Austen con los mitos de Chtulu. Creo que ya estamos rozando lo absurdo, y no sé si este tipo de libros encontrarán su nicho de mercado… sinceramente lo dudo. Tampoco ´se que es lo que ha hecho la pobre Jane Austen para que sus libros sean vÃctimas de esto. Si continúan asÃ, os adelanto los próximos tÃtulos que podremos encontrar: Mansfield Park bajo el ataque de Gozilla, Emma y el terror del espacio exterior y Los vampiros de la abadÃa de Northanger.
El libro que tengo entre manos lo ha escrito Hazael G., el mismo que me hizo disfrutar con La muerte negra hace un tiempo, asà que confÃo en que al menos me tenga tan entretenido como con aquella. Veremos a ver que tal va la cosa.
Ficha técnica:
TÃtulo: EL INGENIOSO HIDALGO ZOMBI DON QUIJOTE DE LA MANCHA
Autor: Hazael G.
Tema: Terror, Zombis
Editorial: Dolmen
ISBN: 978-84-937544-8-8
Páginas: 335
Encuadernación: Rústica
Año de edición: 2010
Comenzamos la lectura en tres, dos, uno…
No podÃa evitarlo: estaba inquieto. Inquieto como un condenado a muerte que supiese que la hora de su ejecución se acercaba, inquieto como los perros que olfatean a los lobos rodeando el ganado, inquieto como un lagarto perseguido por el sol… y aquella enorme luna llena, que brillaba en el cielo con la fuerza de un centenar de antorchas, no ayudaba en nada a tranquilizarle.